¿Qué significa divorcio y qué implica?

El divorcio disuelve el matrimonio y deja a los cónyuges en posibilidad de contraer otro.

Existen varios tipos de divorcio: incausado, voluntario, administrativo y notarial.

Divorcio Incausado

Puede solicitar el divorcio incausado cualquiera de los cónyuges que así lo desee, con el único requisito de expresar su voluntad en ese sentido ante el Juez de lo Familiar, acompañando a la solicitud verbal, su propuesta de convenio. 

Dicho convenio tiene la función de regular las consecuencias de la disolución del vínculo, con la que se dará aviso a la contraparte para que se pronuncie al respecto.

Podrán divorciarse también los cónyuges que, estando de acuerdo, acudan conjuntamente a solicitarlo ante el Juez de lo Familiar. ¿Cómo? Deberán hacerlo por escrito acompañando el convenio que previamente celebraron. 

Responsabilidades de padres y madres tras la disolución

En determinadas ocasiones, los divorciados, a pesar de quedar liberados respecto de ciertas obligaciones recíprocas como pareja tal como pudiera ser el pago de una pensión; es muy importante destacar que nunca estarán al margen de tener la obligación de cumplir con otras responsabilidades principalmente de tipo económico para con los hijos comunes. 

Las y los menores tendrán en todo momento el derecho de recibir alimentos hasta que alcancen la mayoría de edad, siempre y cuando continúen sus estudios y sigan solteros. 

Es importante señalar que, tratándose de hijos incapaces, éstos tendrán derecho al pago de alimentos toda la vida.

Por otra parte, cuando se tratan temas relativos al divorcio generalmente, las condiciones de comunicación entre los cónyuges no son las mejores. Es común que prive el enojo y el deseo de perjudicar al otro(a). La desventaja de esto radica en que, en la mayoría de los casos, impide la tramitación de un divorcio voluntario. 

Realidad sobre la disolución del matrimonio

Con frecuencia la gente cree que gestionar la disolución de su matrimonio por cualquiera de los medios de tramitación, es cosa fácil, sencilla y rápida, Se piensa que, por el simple hecho de solicitar una pensión alimenticia; se podrá sin mayor problema recibir, la pensión alimenticia y que “el otro o la otra” se tendrá que ir de la casa porque “ya no la/lo soporto”. 

Se llega incluso al extremo de pensar, con una gran dosis de seguridad, que al haber contratado el matrimonio bajo el régimen de separación de bienes, el titular de ellos es el único dueño de ese “intocable patrimonio”.    

Aunque lo anterior es acertado y se encuentra previsto en la legislación, existen alrededor del rompimiento de un matrimonio, multitud de condicionantes implicadas que hacen la diferencia entre llegar a puerto seguro o no.

Por tal motivo es imprescindible contar con la asesoría legal puntual, ética y profesional que haga permisible cubrir con seguridad todos los aspectos circundantes al divorcio.

Antes de tomar la decisión de contratar un servicio profesional es recomendable preguntar, sin temor; todas las dudas que se tengan en relación al tema. Es la forma más segura de lograr el objetivo de forma exitosa.